Resulta que un fin de semana por la noche mi hermana menor (21 ella ,28 yo) vino a quedarse con su novio angel en mi casa para visitarme y salir. Su novio es bastante lindo, y lo sabe. Bueno, para qué vamos a mentir, ¡está buenísimo con sus 21 añitos! Es de los que se cuida bastante, de complexión que se dice atletica y bastante alto, cerca de los 1.80. por lo que he visto en la playa se depila todo el cuerpo, desde el pecho a los sobacos, hasta las piernas, y eso me pone muy caliente, ver sus piernotas bronceadas y completamente lampiñas. Lleva el pelo corto y moreno, suele ir bien afeitado y con las cejas bien hechas. Tiene rasgos arabes, lo que al sumarle lo alto y fuerte lo hace casi perfecto. Su cuerpo está muy trabajado de jugar al rugby y el gimnasio y dan ganas de tocarle esos muslos trabajados, y esas nalguitas tan firmes que se carga.
Nos fuimos de joda con unos amigos y todos nos pusimos en pedo. A eso de las cuatro estábamos por ir a casa cuando una amiga empezó a vomitar como loca toda la mezcla que se había tomado, por lo que la acompañamos a su casa. Estuvimos allí un rato con ella y mi hermana cuidaba de ella hasta termianr por mandarnos a angel y a mí a casa. Ella decía que vendría cuando nuestra amiga se encontrara mejor.
Cuando llegamos como pudimos del pedo que teniamos le dije en broma que hoy no garchaba. Pero Angel se calento y me dijo que yo tampoco garcharia. A ello respondí continuando la conversación: “por lo menos no vivo con mis viejos y puedo garchar cuando quiera”. Entonces Angel empezó a mostrar interés por mi vida sexual. Ya sabía de sobra que me gustaban los chicos, pues una que otra vez me agarro mirandolo con ganas, pero esta vez quería saber más cosas. Yo estaba suelto, así que decidí seguirle el ritmo para ver adónde llevaba.
Yo.: ¿qué queres saber?
angel.: ¿coges mucho?
Yo.: bueno, cuando se da. ¿Y vos?
A.: no tanto como quisiera, no encuentro tantos momentos de intimidad con tu hermana…..¿Y entonces cómo es cuando coges?
Yo.: ¿A qué te refieres?
A.: a ver… ¿sos mas de dar o recibir?
Yo.: depende, aveces las dos cosas…
A.: ¿te da igual?
En ese momento empecé a entender el tema. Angel me estaba pidiendo que explicara con detalle mis gustos sexuales. Parecía que estaba tanteando la posibilidad de quitarse su calentón conmigo pero no sabía bien si eso implicaría que iba a tener que chupármela o que le tocara el culo. Así que decidí seguirle la joda. ¡Ya ves qué problema tenía yo en chupársela!
Yo. me gusta tanto dar como recibir… aunque prefiero recibir…
Angel.: ¿y no duele que… te la metan por ahí?
Yo.: a mí me me encanta.
A.: ¿entonces siempre haces las dos cosas?
Yo.: buah, eso como surja. Yo me dejo llevar. Pero claro que he tenido situaciones donde he sido muy pasivo. O sea, con un chico igual hetero.
A.: ¿cómo es eso?
Yo.: o sea, me refiero a que el chico igual me deja que lo manosee que se la chupé y luego me da vuelta, me pone a cuatro patas y me coge.
A.: qué bueno.
Yo: ?te gustaria…. ver cunado placer puedo darte?
A: (me miró sorprendido, pero pude ver en sus ojos la lujuria)
A: (me miró sorprendido, pero pude ver en sus ojos la lujuria)
Yo.: ¿Queres cogerme?
No hizo falta respuesta. Se notaba que Angel estaba muy caliente. Pero como no se movía y seguía sentado en el sofá, decidí acercarme y desabrocharle el cinturón. Debajo de su pantalón descubrí unos calzoncillos de marca que albergaban una pija completamente desplilada y de muy buen grosor. Estaba semierecta, así que me la metí en la boca y empecé a chupársela. Angel no había dicho nada desde mi pregunta. Sólo observaba cómo me la comía mientras se le ponía bien dura. Seguí pasándome su ahora erecta poronga por la boca hasta que Angel se soltó, subido ya de calentura, y me dio la vuelta tal cual se lo había relatado. Se puso de pie, me bajó rápidamente mis pantalones y calzoncillos hasta las rodillas y me quiso meter la poronga sin lubricar. Como sus intentos fallaban decidí ayudarle poniéndome lubricante, pero su pornga tan grueso y sus movimientos tan brutos no ayudaban. El chico insistía pero por la dificultad se le empezó a bajar la erección, por lo que se volvió a subir el pantalón y los calzoncillos y a sentarse así, todo vestido, en el sofá.
A la vista de que aquello iba a terminar así me puse de pie delante de él para probar si me dejaría meterle mi pija en la boca. Y por sorpresa no puso resistencia alguna y empezó a chupármela, aunque a un ritmo al que no acabaria en toda la noche. Pero daba igual, el simple hecho de que ese “hetero” se estuviera comiendo mi pija me daba un morbazo. Empecé a darle golpes más violentos en la boca y observé cómo su poronga estaba volviendo a ponerse duro debajo de su pantalón. ¡Le estaba gustando comerme la pija!
Estuvimos un rato así. Angel no se tocaba pero seguía erecto. Decidí dar el siguiente paso y verle algo de cuerpo. Comencé a quitarle la camiseta y los pantalones, dejándolo en calzoncillos. Me acomodé en el sofá y Angel se apresuró a seguir chupándomela, para lo que tuvo que echarse sobre el sofá boca abajo. Esto me dejó intuir un culo coqueto, redondo, completamente lampiño y bronceado para tanto hombre bajo su ropa interior. Me moví para tocárselo, a lo que él reaccionó asustado, aunque me dejo. Comencé a manosearle más y a intentar alcanzar su ano por debajo de sus calzoncillos sin que mi pija saliera de su boca.
Entonces él dejó de intentar chupármela y daba señales opuestas: mientras ponía cara de poco entusiasta, reajustó su postura, levantando ligeramente una pierna para que llegara a su agujero. Aproveché para acariciarle el orificio y separarle las nalgas un poco. Después me levanté nuevamente y le hice poner las rodillas en el suelo y la cabeza reposada en el sofá para que quedara expuesto su culo. Acto seguido empecé a bajarle lentamente el calzoncillo, dejando su culo completamente al descubierto frente a mí. Seguí con mi ejercicio de separarle las nalgas con cuidado y comencé a chuparle los alrededores del agujero. Primero se movía nervioso de las cosquillas que le causaba pero al rato se relajó para abrirse cada vez más de patas, ayudando a que profundizara con mis maniobras. Con ayuda de mis dedos comencé a introducirle la lengua en un agujero muy cerrado al que jamás había entrado nada, pero que estaba deseoso de que fuera yo quien lo iniciara.
Decidí quitarle del todo esos pantalones para que no hubiera barreras a que se abriera más aún de patas. Ahora tenía a Angel delante de mi totalmente desnudo, ofreciéndome su culo. Yo también me quité los pantalones para masturbarme mientras le comía ese culo. Estaba al cien. Lamerle el culo a un tipo mucho más grande que yo, que estaba despatarrado con el culo arriba y con la cara escondida entre los almohadones era el placer total. Me estaba comiendo ese culo mientras pensaba en cogermelo después. Decidí dedicarle tiempo pero Angel se empezó a preocupar de que llegara su novia y quiso parar.
Así que opté por acelerar el proceso e ir echándole lubricante. Mientras le metía un dedo y luego otro, Angel se empezaba a estremecer: “¿me la estás metiendo?”. A lo que contesté que no. Pero sólo para en seguida sacarle los dedos y ahora sí, empezar a introducirle la punta de mi pija. ¡Qué ansia tenía! Pero me lo debía trabajar bien. Fui poco a poco abriéndome paso en ese culo virgen mientras a él le causaba algo de dolor. Emitió algún sonido de queja y al rato quiso erguirse para parar la penetración. Yo respondí con un empujón que rápidamente le hizo saber que debía seguir reposando y sintiendo mi pene entrar en él.
Una vez todo dentro, comencé un mete y saca suave y sentía la sangre correr por mis venas mientras me estiraba y mi pija adquiría su máximo tamaño. A medida que seguía el ligero mete y saca Angel se estaba acostumbrando, lo cual se notaba por sus suspiros. Y acabó llegando finalmente el momento que esperaba: Angel me pidió que le diera más fuerte y me preguntó si estaba metiéndola entera. Por fin podía darle rienda suelta al placer. No esperé ni un segundo y comencé con un fuerte golpe seco para enseñarle a ese macho lo que era ser cogido. Él reacciono con un “¡aaaaaah!” que parecía simbolizar una mezcla entre dolor y profundo placer. A esto le siguió un “cogeme” vicioso que me animó a ir aumentando el ritmo más y más.
Le cogia con vistas a su ancha espalda y su nuca. Observaba cómo mi pija desaparecía una y otra vez en el culo de ese macho que como mucho habría pensado que me cogería a mí. Mis huevos tocaban violentamente sus cachetes a la vez que parecía que la punta de mi pija tocaba fondo. Pocas veces he sentido una fricción tan fuerte como al cogerme a Angel. Su culo estaba realmente apretado y preparado para producirme el máximo placer. Una vez más me fijé en su espalda para apreciar el cuerpazo del tipo que me estaba cogiendo.
Seguimos cogiendo un rato hasta que le agarré de su poronga para masturbarle. Pero eso ya fue demasiado. Apenas le había tocado un poco cuando ya estaba gritando que parara que iba a acabar. Por lo que paré de masturbarle de inmediato para centrarme en mi cogida. Seguí un mete y saca violento mientras le tocaba los cachetes del culo. Angel se empezó a seguir tocando la poronga para acabar chorros enormes de semen. Yo sentía como su culo reaccionaba al mismo tiempo con un aflojar y apretar rápido de los músculos que acentuaban el efecto de placer sobre mi pene. Apenas unos segundos después de haber acabado Angel, yo también empecé a vaciar mi carga en su culo. ¡Qué placer!, ¡qué acabada!
Poco a poco fui aflojando los movimientos hasta parar por completo con mi pija aún dentro de su culo. con mucha delicadeza comencé a echar hacia atrás para sacarla por completo. Angel no se movía y me dejaba hacerlo. Una vez fuera mi pija nos sentamos en el sofá cada uno por su lado y nos quedamos callados y recuperando la respiración
Angel se vistió, y me dijo que este era el comienzo de una aventura que implicaria mucho placer y muchas cogidas…
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